Estructuras Sociales, Espacios Comunes: elementos fundamentales de una ciudad que promueven esparcimiento y sana convivencia Durante mi infancia y gran parte de mi adolescencia, tuve la dicha de experimentar tres ambientes distintos. Esos primeros días de mi existencia los viví entre el campo, el pueblo, y un par de barrios «populares» de la ciudad capital. Puerto El Gago, Penonomé, Concepción y Tocumen eran comunidades en donde parecía existir un pacto no escrito que promulgaba una sana convivencia. A pesar de la diferencia de ambientes (hasta podría decirse que de cultura) el comportamiento de los residentes era muy similar, y sus valores esencialmente los mismos. Existía un sentido de comunidad en los tres lugares que se caracterizaba fundamentalmente en la solidaridad, cooperación y el respeto mutuo. Obviamente había excepciones. Los vecinos problemáticos–los chicos «malos»– eran los menos, y conocidos por todos. Las actividades de la comunidad, desde las de carácter religioso h